Bailes
No entiendo a la gente que no le gusta bailar. Y no hablo de bailar solo cuando el resto de la gente baila sino en situaciones cotidianas: una frase, una canción o una situacion suelen disparar un baile que los acompaña.
Asi como algun tipo de musica hace que mis amigos Herno y José bailen al estilo "Gato negro gato blanco", la musica celta (que me hincha las pelotas a los 30 segundos) me provoca imitar torpemente el baile de "Lord of the Dance". Sobre todo si mi otro amigo Hernán está cerca y me acompaña en mi farsa.
Tener una botella vacia en la mano hace que mi amigo Marcos diga "Lisa! La musica ayuda a pensar a papa" y se ponga a bailar a lo Homero mientras lo acompaño tranformando a la botella en una quena monotona.
En este ultimo mes David, un amigo portugués, pone especialmente la cancion "Ping Island/Lightning Strike Rescue Op" y empezamos a bailar. La canción es de la increible película "La vida acuática con Steve Zissou", con el inexplicable Bill Murray, y apenas la oigo salto de mi silla, cruzo los brazos y empiezo a mover la cadera como en la película. Es una actitud positiva que levanta el animo en cualquier momento de abulia, recomendada a todo el que tenga que recargar un poco las pilas y haya pasado media hora reviendo los comentarios de los blogs habituales en lugar de sacarse el laburo de encima de una vez.
Asi como algun tipo de musica hace que mis amigos Herno y José bailen al estilo "Gato negro gato blanco", la musica celta (que me hincha las pelotas a los 30 segundos) me provoca imitar torpemente el baile de "Lord of the Dance". Sobre todo si mi otro amigo Hernán está cerca y me acompaña en mi farsa.
Tener una botella vacia en la mano hace que mi amigo Marcos diga "Lisa! La musica ayuda a pensar a papa" y se ponga a bailar a lo Homero mientras lo acompaño tranformando a la botella en una quena monotona.
En este ultimo mes David, un amigo portugués, pone especialmente la cancion "Ping Island/Lightning Strike Rescue Op" y empezamos a bailar. La canción es de la increible película "La vida acuática con Steve Zissou", con el inexplicable Bill Murray, y apenas la oigo salto de mi silla, cruzo los brazos y empiezo a mover la cadera como en la película. Es una actitud positiva que levanta el animo en cualquier momento de abulia, recomendada a todo el que tenga que recargar un poco las pilas y haya pasado media hora reviendo los comentarios de los blogs habituales en lugar de sacarse el laburo de encima de una vez.